[vc_row css_animation="" row_type="row" use_row_as_full_screen_section="no" type="full_width" angled_section="no" text_align="left" background_image_as_pattern="without_pattern"][vc_column][vc_empty_space][vc_column_text]Sientes el viento cristalino que cicatriza la mirada al recorrer las primeras líneas de esta obra y empiezas a caminar por un sendero de
sombras que solo la Barcelona de los años 30 podría formar. Sigues adelante, formando surcos por las palabras que se quedan atrás y reconoces paisajes que en otro tiempo marcaron recuerdos para la memoria.
«El aliento helado de la tormenta arrastraba un velo gris que enmascaraba el contorno espectral de palacetes y caserones enterrados en la niebla.»
La avenida del Tibidabo, la plaza Real, la basílica de Santa María del Mar... y reconoces en los ojos de
Daniel Sempere, el protagonista, una época convulsa que no solo dejó tras de sí almas enterradas, sino historias silenciadas para el fin de los días.