«Me sale humo de la cabeza. ¿Habré perdido el sentido de mi propio idioma?»
Esto es lo que pensé una y otra vez al analizar trescientas veces esta oración. Y otras similares. Y nuevas que iban surgiendo. Hasta que al final me di cuenta de que este bucle lingüístico estaba bien justificado.
En realidad, no es que me dieran achaques lingüísticos, sino que los que nos dedicamos a esto acabamos dudando de hasta nuestro nombre. Deformación profesional, lo llaman.
Al lío, después de esto descubrí que ambas son correctas. Y es que, si lo pensamos bien, al suprimir el adverbio de negación no, el sentido de la oración no queda alterado, ¿a que no?
Si ahondamos un poquito más, veremos que lingüísticamente es innecesario según el Diccionario panhispánico de dudas. Este uso del no tiene un valor expletivo; es decir, aunque no precisemos de esa negación, sí que refuerza el mensaje negativo de la primera. De hecho, la oración principal encabezada con no indica que una acción no debería ocurrir antes de que suceda otra.
Veamos el ejemplo de la portada:
No empezaré hasta que venga
tiene exactamente el mismo sentido que
No empezaré hasta que no venga
Se trata de un uso muy común en España y asociado a la lengua culta. En cambio, no podemos confundirla cuando se usa en oraciones afirmativas que expresan límite absoluto:
Seguí luchando hasta que no pude más;
puesto que el sentido natural del verbo poder, cuando está relacionado con un límite, solo puede ser negativo (sería ilógico hablar de hasta poder más). Aquí hasta que no tiene un valor propio.
Estuve hablando con él hasta que no me quedaron fuerzas;
mismo ejemplo que con fuerzas, ya que, al ser una capacidad física, tiene un sentido negativo cuando está relacionado con un límite temporal. En estos casos, no podemos omitir la negación.
Como bien se apunta en Wikilengua, «por su aparente contradicción, algunos gramáticos la han censurado […]. Desde este punto de vista, está mal construida la frase hasta que no vengas, no cenamos, porque llevada al estricto cumplimiento de su significado gramatical nunca cenaríamos. Con esa frase se intenta dar a entender que estamos esperando que venga el sujeto de la oración para disponernos a cenar. Lo correcto sería entonces cambiar la palabra hasta por mientras, de esta forma: mientras (que) no vengas, no cenamos que equivale a decir también te estamos esperando para cenar juntos.»
Como apunte extra en cuanto a su traducción, es importante destacar que en inglés no existe tal uso expletivo de hasta que no, por lo que no debemos caer en traducciones literales.
El siguiente ejemplo:
No podemos confirmar su pedido hasta que no recibamos el ingreso
debería traducirse como
We can’t confirm your order until we receive the payment
y no como
we can’t confirm your order until we don’t receive the payment.
Los casos de traducciones negativas corresponden al traspaso literal de palabras que nada se asemejan a una traducción coherente y acertada.
Así que, tranquis, no me he vuelto loca, aunque dada la hoja de explicación, quizá sí, ¿no? 😛