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La crítica más ingenua

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Quien me conoce, sabe que nunca tuve intención de dedicarme a la traducción audiovisual. A pesar de ser una de las especialidades más atractivas, reconozco que el formato audiovisual me asustó un poco.

Aun así, esta no deja de ser un campo lleno de posibilidades de traducción. Igual te puede tocar traducir un documental sobre la metamorfosis como una serie con jerga presidiaria inalcanzable para muchos diccionarios.

El formato audiovisual es así, dispar y desafiante y, precisamente por eso, muy complejo. Lo cierto es que estamos acostumbrados a leer titulares repletos de críticas por la calidad de las traducciones que presentan algunas plataformas de streaming. Pasó con la serie coreana El juego del calamar de Netflix, en la que muchos espectadores empezaron a denunciar la literalidad de los diálogos y la falta de equivalencia con respecto al idioma original. Y es que cuando se cometen errores flagrantes en la traducción, el resultado incomoda y repercute en las críticas de la audiencia.

¿Cuándo una traducción es exitosa?

Existen muchos factores para valorar la calidad de una traducción, pero, si tenemos que mencionar la norma por excelencia, desde luego sería el hecho de pasar desapercibida. Aunque parezca irónico, no ser conscientes de que el producto que recibimos parte de una traducción —ya sea en forma de libro o de serie— es la prueba más fiable de que la obra respeta unos principios mínimos de calidad.

Te preguntarás entonces qué hago yo aquí escribiendo un artículo sobre una traducción que, en principio, no debería hacerse notar. Es precisamente porque esas traducciones buenas han permanecido en la invisibilidad por lo que deberíamos aprender a valorarlas y entenderlas. Su función siempre ha sido esa, permanecer invisible y, justamente por eso, necesita ese espacio digno de alabanza.

¿Qué vas a encontrar aquí?

Si te dedicas a las lenguas, coincidirás conmigo en que a veces es muy difícil concentrarse al ver una serie con subtítulos en tu idioma. Inevitablemente, la cabeza empieza a establecer comparaciones con el original, a fijarse en la adaptación de las referencias culturales o, de forma más técnica, en la segmentación de los subtítulos.

Estas cosas ocurren si te dedicas a esto, al igual que deberían pasar inadvertidas para quien no lo hace. Esa es la principal función de la traducción. También sucede que, ante un resultado fabuloso, los pelos se te ericen y escribas un artículo sobre la majestuosidad con la que se ha trabajado.

Aquí paso a detallar algunos ejemplos bastante sencillos de la serie para hacerme eco de los procesos mentales por los que pasa cualquier traductor. Verás que son escenas cotidianas que se suelen dar en muchas películas; nada excepcional de no ser porque el traductor ha de sopesar diferentes estrategias para llegar a la traducción adecuada. No basta con entender las palabras, así que si estás por aquí por simple curiosidad, quizás te asombre el resultado.

Voy con The Last of Us, la serie de HBO sacada del exitoso videojuego de culto bajo el mismo nombre. Una serie que, a juzgar por sus tres primeros capítulos, ha sabido adaptar con mimo y destreza—y esto implica contratar a traductores profesionales— toda la idiosincrasia del juego original. Una gran recomendación para aquellos melancólicos del riesgo constante y los amantes de los zombis.

Cómo se ha resuelto la traducción de algunas escenas

1. «I’m on Atkins»

En la siguiente escena, una pareja de vecinos invita a Joel a probar sus deliciosas galletas. Para zafarse de la invitación, este contesta: «Sorry, I’m on Atkins».

Si queremos traducir esta expresión correctamente debemos entender primero qué es eso de Atkins. Hacemos una búsqueda rápida y, efectivamente, vemos que esta dieta es un método nutricional creado por Robert Atkins, un cardiólogo estadounidense que revolucionó los planes de adelgazamiento en la década de los 70.

Se comercialice o no esa dieta en nuestro país, hay que tener en cuenta que el espectador no tiene por qué estar familiarizado con ella, por lo que mantener la referencia original confundiría al espectador y no ayudaría en la comprensión final.

¿Cómo se ha resuelto?

La estrategia de traducción ha sido la neutralización. Al parafrasear, trasladamos un elemento de la cultura original a la cultura meta sin marcas, bien sea por desconocimiento del traductor o por conveniencia en la traducción.

2. «SOLID»

Siguiendo con la escena anterior, vemos que Joel consigue rechazar con educación la invitación y, en su lugar, le ofrece abiertamente ir a su hija Sarah. Aquí es cuando ella, con una mirada de sarcasmo y sin más remedio que la aceptación, le responde: «Solid».

Si analizamos el significado de solid comprobamos que, en su sentido más literal, se atribuye a la solidez propia de un material o, incluso, de un argumento. Aquí podría interpretarse como una referencia a la jugarreta bien tramada por su padre.  Además, en el registro coloquial se utiliza como forma de aprobación o consentimiento, algo así como «genial, magnífico».

¿Cómo se ha resuelto?

Si tenemos en cuenta la firmeza con la que Joel ha conseguido enredar a su hija y, por tanto, a la solidez de su argumento, podríamos entender la respuesta de Sarah como una clara referencia a la jugarreta bien tramada de su padre.

Junto con esta contestación, vemos su cara de resignación y enseguida entendemos el gesto irónico de reprobación al padre, algo que el traductor ha querido reflejar en su traducción al español.

Para que se entienda este sentido de ironía, el traductor ha usado la expresión «te odio» que usamos con frecuencia para mostrar nuestra desaprobación ante algo desagradable. Brillante solución.

3. «My dad’s gonna be back real soon»

¿Qué hay de especial en esta frase?

Quizás en apariencia, nada, aunque toda buena traducción destaca por no pegarse a su original. Muchas veces no somos conscientes de la dificultad para dar con la frase más idiomática en nuestro idioma. Aquí la pregunta que todo traductor se hace es: ¿cómo lo diría yo en una situación así?

Seguramente, en un primer intento por traducirlo, hayamos pensado en algo así como: «mi padre va a volver muy pronto», hasta que, de repente, se nos ilumina la bombilla: «mi padre está al caer». ¡Tachán!

4. «That was lame. You’re lame!»

Para ponernos en contexto, vemos que Sarah le ha querido regalar un reloj a su padre. Joel lo coge, ve que ella misma lo ha arreglado y le insinúa a modo de broma que no funciona. Sarah, preocupada, lo comprueba apurada y, tras darse cuenta de que su padre le estaba tomando el pelo, le suelta con media sonrisa: «That was lame. You’re lame!».

Si vamos al Cambridge English Dictionary vemos que este adjetivo se refiere a la dificultad de caminar o, incluso, de alguien débil, especialmente referido en los animales (cojo). Además, si lo atribuimos a una explicación o a una excusa, el diccionario lo define como poco convicente o satisfactoria, lo que vendría a ser una excusa pobre o barata.

En el diccionario The Free Dictionary nos añade que, en el registro coloquial, se atribuye a inapropiado o ridículo, algo que en los años sesenta se empezó a popularizar para hacer referencia a que algo es hasta estúpido.

¿Cómo se ha resuelto?

Traducir con literalidad algo así como «qué tontería» para that was lame o «qué tonto que eres» para you’re lame, hubiera salvado la situación pero no habría sonado con tanta naturalidad como expresión sutil de reprobación. En realidad, es difícil acertar con la traducción exacta de lame, ya que dependerá del contexto en el que nos situamos y en la intención o el matiz que quiera aportar quien lo dice. Una vez más, la clave está en pensar: ¿cómo lo diría yo en una situación así? Y aquí es donde el traductor ha dado con: «qué tonto eres, no te aguanto», una expresión muy idiomática que sí corresponde con nuestra realidad lingüística.

5. «Idiot y WTF»

Vamos con uno de esos clásicos engañosos: la traducción del insulto. Engañosos porque pueden parecer fáciles si nos dejamos llevar por lo evidente. Clásicos porque, una vez más, no dejan de ser las típicas perlas incorrectas que vemos una y otra vez en las traducciones.

Por su parte, Sheherezade (¿?) habla en este artículo de la literalidad con la que se traducen en muchas ocasiones las expresiones malsonantes: «seguro que tenéis muy presentes algunos doblajes y traducciones impresas que abusan de los “maldito/a” y “puto/a” o emplean expresiones que en la vida real no usamos tanto. Hace poco oí incluso un «esto apesta» para traducir un «this sucks» que se podría haber resuelto con mayor naturalidad con un “esto es una mierda” o “vaya mierda de…”, por ejemplo.

Además, sabemos que, como con tantas otras cuestiones, todo “depende” en traducción. Un buen trasvase depende del medio social del personaje que dice el taco, de la situación que lo haya provocado a expresarse así (no es lo mismo el miedo que la rabia) y de a quién va dirigido el mensaje».

¿Cómo se ha resuelto?

En español, pocas veces lanzamos un insulto sin apoyarnos antes en un menudo/a gilipollas o vaya imbécil, etc. Nos gusta darles forma a nuestras expresiones para hacerlas más contundentes. El traductor, teniendo en cuenta que el insulto iba dirigido hacia una persona cercana se ha decantado por un «menudo inútil».

Todas las lenguas tienen expresiones variopintas, pero este es uno de los casos en los que tendremos que adaptar la traducción a la naturalidad de cada idioma y al contexto, ya que los insultos pocas veces tienen equivalencia directa. En el WTF ha sido muy acertado verlo traducido como: «la madre que te parió».

6. «I said some shit, probably shouldn’t have »

Esta incorrección no se debe a un falso sentido, sino más bien a la literalidad y falta de correspondencia con el idioma meta, ya que como asegura Sheherezade (2012) en su artículo: «”Shit” es muy recurrente como expresión pero parece que tendemos a trasvasarla demasiado con “mierda” cuando no siempre corresponde con nuestra indignación escatológica».

En la escena del segundo capítulo, vemos como Tess le cuenta a Joel su encuentro con unos chavales que la asaltaron. Al contarle la situación, ella dice: «I said some shit, probably shouldn’t have» o, traducido literalmente «dije unas mierdas que no debería haber dicho».

Una vez más, traducciones tan coloquiales de este tipo necesitan ir de la mano de la naturalidad.

¿Cómo se ha resuelto?

Para expresar que se equivocó en las formas debido a su comportamiento, el traductor ha optado brillantemente por: «Me puse chula y metí la pata».

7. «Do you know that diarrhoea is hereditary? »

Bienvenidos a la traducción del chiste, y no porque esta sea graciosa o absurda, sino porque aquí es donde se demuestra el ingenio del traductor y se le da rienda suelta a su libertad creativa.

Antes de pararnos a analizar las palabras, es importante entender que, para traducir correctamente el humor, no es suficiente con entenderlo, sino saber adaptar la intención del chiste a la lengua meta. Para esto, seguramente será necesario alejarse lo máximo del texto original y convertir las palabras en verdaderos mensajes.

Este es el texto original. En esta escena, vemos a Ellie y a Joel descansar en una sala mientras ella le cuenta un chiste para destensar la situación.

—Do you know diarrhoea is hereditary?

—What?

—Yeah. It runs in your jeans.

Seguramente ya habrás dibujado una sonrisa al leerlo. Si tuviéramos que aferrarnos a una traducción literal, perderíamos toda oportunidad de hacer reír al público y de darle un momento de humor a la escena:

—¿Sabes que la diarrea es hereditaria?

—Ah, ¿sí?

—Sí. Corre por tus vaqueros.

Una traducción que, además de desconcertar a su público meta por la falta de contexto, no conseguiría su propósito último: hacerlo reír. En este caso, el humor se presenta a través de la homonimia de la palabra jeans (vaqueros) con gens (genes), de igual pronunciación en inglés.

¿Cómo se ha resuelto?

Pocas traducciones son tan buenas y representan tan bien lo que supone traducir.

—¿Sabes cómo se dice diarrea en africano?

—¿Cómo?

—Se dice «abundalakaka».

Vamos a reconocerlo. En muchas ocasiones traducir el humor es una tarea tan desafiante que termina por perderse en algunas traducciones. La traducción anterior es exitosa simplemente por el hecho de existir y haber sabido traducir la misma reacción que tuvo su público original: la risa.

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