#TRADUCIENDOPORELMUNDO
Búscame por Instagram con el hashtag #traduciendoporelmundo y hablemos un rato de lo que más nos gusta. ¡Pero tráete café!
EL VIAJE MÁS LARGO DE MI VIDA
Empezó en Irlanda, la primera vez que viajé sola con 14 años. Allí vi pasar a coches por la izquierda, familias que cenaban a las 6 de la tarde y una lluvia intermitente que no se correspondía con mi soleada Valencia.
En la isla verde no solo aprendí inglés. También descubrí una forma diferente de vida que me abriría mucho los ojos del corazón. A día de hoy, sigo viajando con esos mismos ojos. ¿Me acompañas?
Mis categorías
-
La corrección del día: ¿»hasta que» o «hasta que no»?
«Me sale humo de la cabeza. ¿Habré perdido el sentido de mi propio idioma?» Esto es lo que pensé una y
-
Bayona, un viaje al País Vasco francés
«Deja a la chiquilla que haga la foto». Si tuviera que elegir uno de los recuerdos que guardo de aquel
-
El libro del mes «No todo el mundo», de Marta Jiménez Serrano
No todo el mundo es lo que dicen las películas de comedia romántica. Algunas más clásicas, algunas más modernas, pero
-
Entrevista a Mario Pérez, traductor audiovisual de la serie «The last of us» de HBO
Lo primero, muchisimas gracias por acceder a esta entrevista. Anoche vi la que te hicieron en Twitch a través de
-
Estrategias de traducción de la serie The Last of Us (para no traductores)
Quien me conoce, sabe que nunca tuve intención de dedicarme a la traducción audiovisual. A pesar de ser una de
-
Tres años de autónoma, tres años de libertad
Ya 3 años. Se dice pronto después de que aquel 1 de noviembre de 2019 decidiera tirarme a la piscina
-
5 herramientas que me hacen la vida más fácil como autónoma
Lo reconozco. Soy de la vieja escuela y lo mío es el papel y el boli. Quizás te pueda parecer
-
María, será mejor que no le digas esto a una profesora de español
El de Road to Hell: La ruta 66 estadounidense está sobrevalorada. Solo basta con abrocharse el cinturón, dejar de fondo
-
Crítica de la película «No mires arriba» («Don’t Look Up»)
El de Road to Hell: La ruta 66 estadounidense está sobrevalorada. Solo basta con abrocharse el cinturón, dejar de fondo